domingo, 12 de junio de 2016

¡AY PROTOCOLO DE MI VIDA!


Una vez elegido el tema de nuestro trabajo de investigación comenzamos a elaborarlo punto por punto, y conseguimos redactar un protocolo. Claro está, este no era muy extenso, ni estaba muy consolidado, de hecho mi grupo y yo nos agobiamos muchísimo al entregarlo, porque vimos la cantidad de errores y de fallos a mejorar en él. Por suerte, y creo que como único consuelo de todo esto, me quedó el ver que mi grupo no era el único perdido en el tema. Además no solo nosotros estábamos de los nervios sino que mi profesor (Manu) al ver el desastre generalizado, comenzó una explicación individualizada, grupo por grupo, sobre cómo mejorar todo lo que habíamos hecho.


He de decir sin embargo, que el protocolo fue una forma de obligarnos a adelantar el trabajo y que sin él, probablemente nos hubiese costado muchísimo más llegar al plazo de entrega final. Además fue una forma de guiarnos acerca de cómo debía ser el resultado final.


Para terminar, y de esta forma, consolidar nuestros conocimientos de estadística inferencial para el examen, tuvimos una "mini sesión" de a estadística básica que nos sería necesaria aplicar posteriormente, para hallar los resultados de la investigación, o al menos, para saber interpretarlo, puesto que del cálculo se encargaba Epi Info.

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